sábado, 26 de marzo de 2011

Andrea del Verrocchio

Bartolomeo Colleoni

ANALISIS SENSORIAL:
El caballo sigue el patrón fijado por los caballos de San marcos y por el caballo de marco Aurelio, pero su musculatura está trazada y subrayada con más nervio. Por lo que respecta al condottiere, aparece animado por una energía ardiente y contenida. Esta imagen portadora de la armadura y el casco del "furor" constituye un poderoso y atractivo símbolo del vir bellicus.

CONTEXTO SOCIOLOGICO:
Durante el siglo XV el arte italiano está jalonado por una notable abundancia de representaciones ecuestres. Los pintores y escultores parecen fascinados por el caballo. San Jorge, las batallas y sobre todo la adoración de los Magos constituyen otros tantos pretextos para alzar todo un muestrario de caballos y de caballeros cuyas actitudes y posturas se convierten en canónicas. En este sentido la Adoración de los Magos (1481) que Leonardo deja inacabada constituye un auténtico "tratado sobre el caballo", en palabras de André Chastel. La realización en tamaño natural de un jinete era, por lo tanto, algo que estaba "a la orden del día". Sin embargo, habrá que esperar hasta la segunda mitad del siglo para que se haga realidad, dados los costos que representa llevar a cabo tal obra y la incapacidad para dominar la técnica del vaciado.

ANALISIS SIMBOLICO: La relación de Colleoni con Venecia no estuvo exenta de altibajos. Consecuencia de esa tensión fue la cuestión del monumento ecuestre, que en principio debería haberse erigido en la plaza de San Marcos, según los deseos del propio Bartolomeo. Venecia, siempre atenta a evitar el culto a la personalidad de los condottieros, cumplió sólo en parte ese deseo. De hecho el monumento, erigido a cargo de los herederos de Colleoni, se erigió en otra plaza, menos prestigiosa, pero que tenía también el topónimo de San Marco. El lugar elegido fue el campo de San Giovanni e Paolo, donde se encuentra la Scuola de San Marco.

ANALISIS ICONOGRAFICO: Verrocchio ha destacado el dinamismo en su Colleoni: la cabeza del caballo gira hacia un lado mientras el jinete se apresta sobre la montura con las piernas tensas y rectas, con el cuerpo en tensión y la cabeza ladeada en un contrapunto que unifica la relación con el caballo.
En la expresión exagerada de furia y angustia del modelo, aparece ilustrado un profundo sentido de individualismo, y se refleja la crisis y el derrumbe institucional de las ciudades tras la invasión francesa en 1454. Aunque vista de cerca, la cabeza del
condottiere de Verrocchio no posee la psicología del Gattamelata, en el conjunto total de la obra, donde el caballo parece agrandarse y el jinete parece ser más alto montado sobre él, supera en vitalidad a la obra de Donatello.
Un rasgo característico renacentista es la abundancia de representaciones ecuestres. El caballo de Verrocchio se acerca más a los de la antigüedad y otorga gran énfasis a la representación. Su diseño sigue el modelo fijado por los caballos de San Marcos y de Marco Aurelio, aunque su espectacular musculatura se encuentra marcada con más tensión.
SIGNIFICADO IDEOLOGICO:
Una potencia similar aparece grabada en el gesto y subrayada en el cuello y la mandíbula tensa del jinete. Portando casco y armadura, animado por una energía ardiente a la vez que contenida, la figura de Colleoni presenta una actitud desafiante de enorme fuerza expresiva. Pese a su bizarría el héroe muestra una actitud de tormento por la incertidumbre respecto a su supervivencia.
La obra, forjada en bronce dorado, se halla erigida sobre un pedestal de mármol en el Campo San Zanípolo, en Venecia.
Bartolomeo Colleoni de Verrocchio, en Venecia. Estatua ecuestre que capta la vitalidad del condotiero y la fuerza efímera de la vida.
Si desde Padua nos trasladamos a Venecia, podremos admirar allí el retrato ecuestre de Bartolomeo Colleoni, realizado por Andrea Verrochio (1435-1488) a partir de 1479 y que, por la muerte del artista, debió finalizar su discípulo Alessandro Leopardi, cumpliendo así un encargo de la República de Venecia, como había ocurrido también en el caso de la escultura anterior. Pero en esta ocasión las características son bastante diferentes. Frente al aire pausado del Gattamelata, el Colleoni rebosa dinamismo: su cuerpo está levemente girado y su propia actitud, así como los rasgos de su rostro, rebosan energía. El carácter militar del personaje se ve reforzado por el casco que cubre su cabeza; el pecho henchido, cubierto por una armadura sin decoración, refuerza la actitud. Por su parte, el caballo del guerrero levanta su cuarto delantero izquierdo al aire, sin apoyo alguno, continuando la actitud de movimiento y dinamismo que rebosa la obra.

ANALISIS FORMAL ESTILISTICO:
AN ALISIS BIOGRAFICO:
 El escultor más destacado del siglo XV fue sin duda Donatello. Trabajó, con mármol y bronce, materiales propios del Renacimiento, y entre sus obras podemos señalar las representaciones de David y la estatua ecuestre del Condottíere Gattamelatta, primera del mundo moderno. En un marcado intento de emulación, su discípulo y colaborador Andrea de Verrocchio, realizó reinterpretaciones de ambas obras. En la última, el alumno representó la figura de Bartolomeo Colleoni montado a caballo, cuya composición trascendió la falta de movimiento todavía presente en el modelo de su maestro.
Andrea di Francesco di Cione -tal era su verdadero nombre- se inició en la orfebrería junto a Giuliano Ve-rrocchi, de quien tomó el nombre. Además de un gran escultor fue un destacado pintor, y desde 1465 dirigió uno de los talleres más importantes de Florencia, donde se formaron Leonardo da Vinci y Sandro Botticelli.
En 1479 Verrocchio fue llamado a Venecia por la República de la Serenísima para llevar a cabo la que se convertiría en su obra más representativa: el monumento ecuestre de Bartolomeo Colleoni. Tras su fallecimiento, la Señoría de Venecia encargó el término de la obra a Alessandro Leopardo, que fundió el caballo y dio en 1495 los últimos toques
a la obra.

Andrea Palladio

Villa Capra
ANALISIS SENSORIAL: El nombre Capra deriva del apellido de dos hermanos que completaron el edificio luego que les fue cedido en 1591. Villa más famosa de Palladio y probablemente de todas las villas venecianas, la Rotonda es uno de los más celebrados edificios de la historia de la arquitectura en la época moderna.[1]

CONTEXTO SOCIOLOGICO:
Junto a la inspiración vitruviana, un elemento que va a caracterizar los principales tratados renacentistas (especialmente aquéllos que fueron redactados en los primeros momentos del Renacimiento) es el hecho de que sus autores procuraban, en ocasiones con una preocupación mayor que el afán investigador, posicionar al arquitecto como una figura típicamente perteneciente a la élite fundamental en cualquier estructura social. Tal determinación en cuanto a la profesión no es, claramente un caso de mero «corporativismo» de aquellos tratadistas, sino un fenómeno que está absolutamente ligado a la ascensión social que el artesano convertido a artista sufre (véase en las próximas secciones para un análisis más profundo de esta situación). En este sentido, los tratados sirven de modo efectivo como medios de propaganda del nuevo profesional, en oposición a la visión tradicional (que asociaba inexorablemente el arquitecto a las actividades manuales y por tanto, populares y anti-intelectuales).
ANALISIS SIMBOLICO:
El sitio escogido fue la cima redondeada de una pequeña colina apenas fuera de los muros de Vicenza. En aquella época, la fascinación por los valores arcaicos comenzaba a incitar a muchos nobles pudientes a mezclarse con la alegría de la vida simple.
Siendo célibe, el prelado Almerico no tenía necesidad de un gran palazzo, pero deseaba una villa sofisticada, que fue exactamente lo que Palladio ideó para él; una residencia suburbana con imagen social, pero también un refugio tranquilo de meditación y estudio. Aislada sobre la cima de la colina, esta especie de peculiar villa-templo, originalmente carecía de anexos agrícolas. Su autor la incluyó significativamente dentro del elenco de palazzi, no de villas, en su tratado "Los cuatro libros de la arquitectura" , publicado en 1570.


ANALISIS ICONOGRAFICO:
Desde los pórticos es posible gozar de la maravillosa vista del campo circundante, dado que no por azar la villa fue proyectada para estar en perfecta armonía con el paisaje. Esto estaba en abierto contraste con edificios como la Villa Farnese, construida solo 16 años antes. Aunque la Rotonda pueda parecer completamente simétrica, existen desviaciones proyectadas para que cada fachada fuera el complemento del ambiente y la topografía circundante. En consecuencia, existen diferencias en las fachadas, en el tamaño de los escalones, en el muro de contención, etc. De tal modo la simietría de la arquitectura dialoga con la asimetría del paisaje, para crear una composición en apariencia simétrica. El paisaje ofrece una visión panorámica de árboles, prados y bosques, con Vicenza distante en el horizonte.
La loggia septentrional está inserta en la colina como remate de una calle vehicular que empieza en la entrada principal. Este recorrido es una camino por el medio del bloque de servicio,

SIGNIFICADO IDEOLOGICO:
Se trata de un nuevo tipo de edificio pensado con criterios de simplicidad y simetría absolutos.
En esta villa, Palladio puso en práctica la concepción de la villa clásica como construcción de planta centralizada. El cuerpo del edificio es un cubo dentro del que se inscribe una sala circular, rotonda, alrededor de la cual se agrupan las diferentes estancias cuadrangulares. En cada una de las caras del cubo sobresale un pórtico acolumnado, de orden jónico y con un amplio frontón, que da a la planta figura de cruz griega.
Amplias escalinatas, delimitadas por muros laterales, conducen a los pórticos que sobresalen del cubo. Un estrecho pasillo abovedado conduce, desde cada una de las cámaras, al espacio central de planta circular, cuyo diámetro equivale a la anchura del pórtico.
El centro de la sala lo marca la figura de una cabeza de león incrustada en el suelo, en medio de una circunferencia con radios rojos y blancos. Esta sala central se encuentra cubierta con una magnífica cúpula de media naranja


ANALISIS FORMAL ESTILISTICO:
  • Clásico: Lo más representativo son las galerías con una pronaos con columnas jónicas, entablemento y frio decorado en su cúspide con esculturas clásicas. Todo reinventado del arte clásico. Este esquema se copia en las cuatro caras, que están precedidas por una gran escalinata.
  • Escalera: Una gran escalinata central, a modo de templo romano, sirve como acceso. Los templos clásicos la usaban para salvaguardar el templo de las aguas y para los obstáculos geográficos.
  • Cúpula: La cúpula fue una versión de la que podemos en el Panteón de Roma. Es una de las primeras veces que se puede ver una planta centralizada con cúpula en una construcción civil. Hasta ahora se habían usado para construcciones religiosas, por eso Palladio hizo un modelo tan impactante y que fue copiado posteriormente. Incluso él la incluyó en su tratado de arquitectura, Los cuatro libros de arquitectura.
  • Simetría: Todos los laterales tienen el mismo esquema que el que vemos, por ello lo que prima es la simetría. Además, la edificación fue rotada 45º con respecto a los puntos cardinales para que cada estancia tuviera iluminación apropiada.
  • Planta: Utiliza en la planta de la iglesia el cuadrado y el círculo, con gran simetría y perfección geométrica.

ANALISIS BIOGRAFICO:
Cuando en 1565 el sacerdote y conde Paolo Almerico se retiró de la Curia Romana después de haber sido vicario apostólico de los Papas Pío IV y Pío V, decide volver a su ciudad natal Vicenza y construirse una residencia de campo, no habría podido imaginar que la casa que encargó al arquitecto Andrea Palladio se convertiría en uno de los prototipos arquitectónicos más estudiados e imitados durante los siguientes cinco siglos. Aunque Villa Capra haya servido de inspiración a miles de edificios, ella misma está sin duda inspirada en el Panteón de Roma. En el curso de su vida, Palladio proyectó más de veinte villas en la región veneciana. Esta residencia, más tarde conocida como "La Rotonda" pasaría a ser uno de los más célebres legados al mundo de la arquitectura.

Baccio Pontelli


Santa Maria della Pace

ANALISIS SENSORIAL:
es una de las iglesias de Roma (Italia), en el rione Ponte, no lejos de la plaza Navona. Es un templo cardenalicio, que en la actualidad ostenta el Arzobispo de Santiago de Chile.

CONTEXTO SOCIOLOGICO:
El edificio actual fue construido sobre los cimientos de una iglesia preexistente, dedicada a Sant'Andrea de Aquarizariis[1] en 1482, encargada por el papa Sixto IV, quien había hecho un voto. La iglesia fue consagrada a la Virgen María para recordar el milagro de que manara sangre de una estatua de la Virgen en el año 1480.[2] El autor del diseño original se desconoce, aunque se ha propuesto a Baccio Pontelli.
En 1656-1667 el papa Alejandro VII hizo que Pietro da Cortona restaurase el edificio, y añadió la famosa fachada barroca proyectándose desde sus alas cóncavas: esto, ideado para simular un escenario teatral, tiene dos órdenes y tiene una pronaos semicircular con columnas dóricas pareadas. La iglesia empuja hacia afuera, casi llenando su pequeña plaza; varias casas tuvieron que demolerse para que Pietro da Cortona crease incluso este pequeño espacio en miniatura.

ANALISIS SIMBOLICO:
La iglesia Santa María de la paz fue construida sobre una antigua iglesia, de San Andrea de Aquarizaris, en el siglo XV. Bajo el reino de Alessandro VII, fue restaurada y se le agregó una fachada barroca, con columnas dóricas. Se encuentra en la tranquila calle de la paz, justo atrás de la Piazza Navona.

El interior está estructurado por una nave rodeada de capillas, y una tribuna con una cúpula. La capilla Chigi, la primera a la derecha, fue realizada por Rafael. Al interior está una obra de “Cristo llevado por los ángeles”, y un bronce de Franceli. La capilla Chigi lleva el nombre del mecena que la finanzó. En la capilla Ponzetti, la primera a la izquierda, se encuentra un altar con un fresco de Peruzzi que representa a la Virgen con santa Catalina, y es del año 1516. Es sorprendente, en una iglesia tan chiquita, de encontrar tantas obras de arte. Está la Presentación al templo, obra de Peruzzi, del 1524, en la segunda capilla a la izquierda, así como la Creación de Eva de Fiorentino.

ANALISIS ICONOGRAFICO:
“maestro” Bramante de proyjectar el primer claustro renacentista de la ciudad. Para ver esta obra maestra se puede entrar a travès de una puerta puesta a la izquierda de la misma iglesia (la entrada es gratuita).
Lo que carateriza el claustro formado por dos pisos, son sus proporciones, su belleza “geometrica” con el uso sistematico del cuadrato, su armonia entre todos los elementos que sean columnas o semi-columnas, arcadas , pilares, materializando asì los ideales clasicos a través del uso de las reglas de la perspectiva. Su perfecto estado de conservaciòn nos permite percibir tambièn esta fusiòn entre la arquitectura y el espacio, llegando a una completa perfecciòn formal

 SIGNIFICADO IDELOLOGICO:
A partir de 1650, de un modo paralelo a sus búsquedas pictóricas en las que intenta atenuar su exuberancia inicial, las búsquedas arquitectónicas de Cortona se desarrollaron con mayor determinación hacia el logro de fórmulas clásicas, sobrias y grandiosas, para expresar su idea del espacio arquitectónico como un organismo plástico flexible y animado por la luz.
Bien lo ejemplifica su remodelación de la iglesia cuatrocentista de Santa María della Pace (1656-57), en donde, aparte de transformar su interior con una rica decoración de estucos, ideó una originalísima sistematización de su fachada y planificó de modo ejemplar la erección de la plaza en la que está insertada. En el frontis retoma en la parte superior el motivo convexo del prospecto de los Santi Luca e Martina, pero sin que haya correspondencia con el organismo interior y sin que el movimiento sugerido por la convexidad del muro sea contrarrestado por fuertes estribos laterales.


ANALISIS BIOGRAFICO:
Comenzada en 1720, la iglesia fue consagrada en 1746 por el obispo Angelo Maria Querini.
Mientras que la fachada permaneció inacabada, el interior debe considerarse una de las obras más completas del siglo XVIII (no solamente bresciano), obra maestra del arquitecto veneciano Giorgio Massari. La nave presenta un desarrollo longitudinal centralizado por la cúpula y por las grandes capillas laterales que se encuentran debajo; la secuencia de las columnas confiere especial solemnidad al entorno mientras que la notable decoración con pinturas al fresco con figuras y adornos no prevalece sobre las soluciones arquuitectónicas. Retablos del siglo XVIII, con imágenes de santos del culto mariano, están colocados dentro de monumentales altares de mármol decorados con estatuas de Antonio Callegari. Notable La Presentación al templo sobre el altar mayor, obra de un protagonista de la pintura romana de la época, Pompeo Batoni donada a la Pace en 1747.
Hay que señalar, adyacente a la iglesia, la gran sacristía pintada con frescos con la preciosa dotación de decoraciones y paramentos sagrados.

 






Juan Martínez Montañés

Cristo de la Clemencia
ANALISIS SENSORIAL: Obra escultórica que representa a Jesús crucificado. La imagen, que mide 1,90 ms. de altura (sin la cruz), fue policromada por el pintor Francisco Pacheco.

ACONTEXTO SOCIOLOGICO: Martínez Montañés talla esta imagen en la Sevilla de los primeros años de siglo XVII, heredera de la de los esplendores del siglo XVI, cuando la ciudad crece espectacularmente a raíz del establecimiento en ella del monopolio del comercio americano, concretado en la Casa de la Contratación. Están cercanos, no obstante, los años de mediados de la centuria, en los que las crisis financieras y las sucesivas epidemias podrán fin a la época de apogeo de la ciudad. En Sevilla se halla ampliamente difundido el espíritu de la Contrarreforma católica, afianzado en la amplia difusión de las órdenes religiosas, de forma que la mentalidad barroca se pone al servicio de esta idea de defensa a ultranza de los principios de la religión. A este efecto, la imaginería es un recurso de primera importancia.



ANALISIS SIMBOLICO: La simbología de un crucificado, dentro de la religión cristiana, es tan evidente que no requiere ser comentada en detalle: la muerte de Jesús en la cruz (que debe entenderse continuada en su posterior resurrección) es la base en la que se fundamenta el cristianismo. Muriendo en el madero, el mismo Dios da cumplida cuenta de su amor a los hombres.

En relación con ello, hay un rasgo en la imagen muy interesante. Se trata de la disposición de la cabeza y, por consiguiente, de la dirección de la mirada de Jesús, hacia abajo. La posición de la cabeza, exigida por el propio contrato en el que se basó la elaboración de la escultura, implica que Cristo mira directamente a quien se sitúa delante de él en un plano inferior y la mirada deviene en símbolo tanto de los propios sufrimientos divinos por la especie humana como en emblema de perdón.
ANALISIS ICONOGRAFICO: Por otra parte, Jesús muestra los ojos abiertos y su mirada, que podría calificarse como de serena, dulce y triste al mismo tiempo, se dirige hacia la parte inferior. La boca también se halla entreabierta.

De todo ello podemos deducir que la imagen combina a la perfección dos elementos característicos de la escultura barroca española, cuales son el naturalismo realista y el clasicismo. Muy probablemente para su talla Marínez Montañés debió inspirarse en un crucificado elaborado por Miguel Ángel, que conocería por una copia existente en Sevilla o bien por estampas.

SIGNIFICADO IDEOLOGICO: En otro orden de cosas, esta escultura de cuenta también de un antiguo debate entre los expertos y doctores de la Iglesia acerca de cómo fue crucificado Cristo, con tres clavos o con cuatro. En este caso Montañés, siguiendo los planteamientos del pintor Pacheco, se pronuncia por la segunda opción y muestra en su crucificado un clavo en cada pie, conforme habían defendido algunos doctores de la Iglesia como San Ireneo o San Justino y se recogía en los escritos de la monja visionaria sueca Santa Brígida, cuyo libro de las revelaciones fue editado a fines del siglo XV y alcanzó amplia difusión.

ANALISIS FORMAL O ESTILISTICO: La imagen del Cristo de la Clemencia nos muestra, en una clara composición trapezoidal, a Jesús clavado en la cruz mediante cuatro clavos (dos en las manos y dos en los pies), aún vivo y con la cabeza inclinada hacia su hombro derecho. En ella presenta una amplia corona de espinas de traza natural, a modo de casquete. Pese a tratarse de un crucificado, los rasgos dramáticos no están exagerados. Sólo apreciamos rastros de sangre en las heridas de las manos y de los pies, así como en la que se derrama por el rostro y el pecho desde la corona. La carne está policromada en color mate y no se ha producido aún la herida en el costado. De todo ello puede deducirse que el momento de la muerte no resulta inmediato.

El cuerpo de la imagen está trazado de manera naturalista y realista, siguiendo un claro canon alargado, herencia de los planetamientos manieristas. El detalle anatómico es perfecto, sin que se aprecien signos evidentes de excesiva tensión muscular, más allá de los que requiere la propia composición. Como única vestimenta el crucificado muestra un paño de pureza que describe un amplio óvalo, se recoge con un gran nudo hacia su lado derecho y se desarrolla mediante numerosos pliegues de tamaño reducido. La pierna derecha se cruza sobre la izquierda, para acabar presentando los pies casi en paralelo, dejando bien visibles ambos clavos.

ANALISIS BIOGRAFICO
Este Cristo en la cruz de Martínez Montañés muestra claras influencias de los que talló su maestro, el granadino Pablo de Rojas, a quien puede considerarse como creador del modelo de crucificado que se difundiría en la época barroca, concebido para ser admirado de cerca y como imagen procesional, aunque no es el caso del que nos ocupa (destinado a una capilla en la Cartuja de Sevilla) y que, a su vez, resultaría ser prototipo de los que elaboraron otros miembros del grupo de imagineros andaluces y, entre ellos, Juan de Mesa. Finalmente, cabe señalar que no fue éste el único crucificado tallado por Montañés: en la ciudad de Lima (Perú) se conserva el Cristo del Auxilio, que el artista concluyó en 1603, año en que contrataba el de la Clemencia.

Jan van Eyck

Retrato de Giovanni Arnolfini y su esposa

ANALISIS SENSORIAL:
La obra pertenece al estilo de los primitivos flamencos: la escuela flamenca de pintura será una de las importantes del mundo, desde el siglo XV hasta el siglo XVIII, por eso, para distinguir este primer periodo del siglo XV, es denominada Escuela de Primitivos Flamencos. Esta escuela suele pintar cuadros de temática religiosa, que trata como escenas costumbristas, aunque también desarrolla el retrato y el paisaje. Utilizan la técnica al óleo y su estilo se caracteriza por la minuciosidad
CONTEXTO SOCIOLOGICO:
Giovanni Arnolfini fue un rico mercader italiano, procedente de Lucca, que se asentó en la ciudad de Brujas (Flandes) atraido por las posibilidades comerciales de la zona, en la que logró una extraordinaria fortuna, de la cual el cuadro que comentamos en buen reflejo. Los objetos representados son, en si mismos, exponentes de las extensas relaciones geográficas de su propietario.
Este es, precisamente, el contexto en el que se desarrolla la pintura de los artistas denominados "primitivos flamencos", de los cuales van Eyck es el máximo exponente: una burguesía consolidada, próspera en los negocios, atraida por la moda de la decoración de interiores mediante tapices y, como en este caso, cuadros, entre los cuales los retratos ocupan un importante papel.
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A NALISIS SIMBOLICO:
 El cuadro de los Arnolfini ha originado una gran controversia entre los historiadores del arte, por la gran cantidad de elementos simbólicos que incluye y la dificultad de interpretación de algunos de ellos, hasta el punto de que los especialistas debaten si la obra contiene realmente la escena de la celebración de un matrimonio, siendo como una especie de acta del mismo, o una ceremonia de exorcismo de una pareja que trata de alejar de sí el mal de no haber tenido descendencia. Entre los elementos simbólicos, destacan los siguientes:
Algunos de los objetos que figuran el el cuadro, así como la propia ambientación de la escena, aluden a la riqueza del mercader Arnolfini: la ropa, el mobiliario, la alfombra, la decoración de la estancia o la presencia de naranjas junto a la ventana lo que, dada su procedencia del sur de Europa, puede considerarse un verdadero lujo en la Flandes del siglo XV.

ANALISIS ICONOGRAFICO:
En todo caso, la pintura —desde 1842 en la National Gallery de Londres— se considera una de las obras más notables de van Eyck. Es uno de los primeros retratos de tema no hagiográfico que se conservan, y a la vez una informativa escena costumbrista. La pareja aparece de pie, en su alcoba; el esposo bendice a su mujer, que le ofrece su mano derecha, mientras apoya la izquierda en su vientre. La pose de los personajes resulta teatral y ceremoniosa, prácticamente hierática; algunos especialistas ven en estas actitudes flemáticas cierta comicidad, aunque la extendida interpretación que ve en el retrato la representación de una boda atribuye a ello su aire pomposo.

SIGNIFICADO IDEOLOGICO:
Pero, gracias, precisamente, a estos pequeños objetos, propios de una sociedad que vive en la opulencia, el experto en Historia del Arte, Erwin Panofsky, logró desvelar el significado de este cuadro: el cual interpreta como una alegoría del matrimonio y de la maternidad. Para ello, nos desvela el sentido de multitud de detalles que, aparentemente, carecen de importancia, pero que dan una nueva dimensión al cuadro, algunos de estos pormenores son:


  • En primer lugar, la representación de los esposos, que es antagónica y revela los diferentes papeles que cumple cada cual en el matrimonio. No olvidemos que hablamos de una sociedad de hace más de 500 años, a caballo entre la Edad Media y la Edad Moderna: él es severo, bendice o, quizá, jura (fides levata) —en cualquier caso, ostenta el poder moral de la casa (potestas)— y sostiene con autoridad la mano de su esposa (fides manualis), que agacha la cabeza en actitud sumisa y posa su mano izquierda en su abultado vientre, señal inequívoca de su embarazo (que no es real), que sería su culminación como mujer.

ANALISIS FORMAL ESTILISTICO:
Pintura sobre tabla de roble. 82x60 cm.
El famosos cuadro de los Arnolfini nos presenta a la pareja en el momento de contraer matromonio. Ambos personajes, retratados en primer plano, se sitúan en una estancia con suelo de madera, e iluminada por una ventana que se abre a la izquierda. A los pies de la pareja aparece un perro y, en un segundo plano pueden observarse la esquina de una alfombra y el dosel de una cama. En el centro de la composición figura una lámpara que cuelga del techo y, en la pared del fondo, un espejo en el que se refleja todo el contenido de la habitación. A su izquierda cuelgan unos rosarios y, sobre el marco, encontramos una inscripción en latín, en caracteres góticos, con el siguiente texto: "Johanes de Eyck fuit hic, 1434" (Jan van Eyck estuvo aquí, 1434).

Giovanni Arnolfini aparece retratado en actitud seria, ricamente ataviado en color oscuro, con capa y amplio sombrero. Su mano derecha, levantada, parece jurar o bendecir, mientras la izquierda sostiene la de su esposa Giovanna, también ricamente vestida en color verde vivo, con velo blanco. Su abultado vientre, sobre el que apoya su otra mano, parece manifestar con claridad que se encuentra embarazada.

ANALISIS BIOGRAFICO:
El Retrato del Matrimonio Arnolfini es, sin duda, una obra maestra del arte de los primitivos flamencos. Según la propia firma del autor, fue pintada en 1434. Formó parte de la colección real española, pero fue robada por el ejército francés durante la Guerra de la Independencia Española. En 1842 la National Gallery de Londres la adquirió por 730 libras.
Van Eyck representa la boda de Arnolfini, un próspero banquero italiano establecido en Brujas hacia 1421. Pero lo más significativo es que da fe de la revolución que estaba viviendo el arte flamenco, paralela a las innovaciones italianas.
El cuadro, lleno de simbolismo, actúa en varios planos:
  • como retrato de dos importantes miembros de la sociedad ejecutado por el más eminente artista local
  • como testigo de su boda
  • como sumario de las obligaciones que entrañaba el matrimonio a mediados del siglo XV.
  • Como ilusión, como engaño, como promesa, como exorcismo, en resumen, como un misterio.